EL CID CAMPEADOR
El Cantar de Mío Cid, es una obra literaria basada en un personaje real, Rodrigo Díaz de Vivar, que llegó a ser conocido como el Cid Campeador (Cid viene de la palabra árabe sidi, que significa señor). La obra es anónima, aunque algunos la atribuyen a algún juglar de tierras de Medinaceli. En ella se mezclan hechos reales con hechos fruto de la imaginación del autor, siendo, desgraciadamente, estos últimos los más numerosos, convirtiendo a la obra El Cantar de Mío Cid en una obra literaria que poco tiene que ver con la verdadera realidad del personaje del Cid.
La villa de Vivar, en la ciudad de Burgos, fue donde nació Rodrigo Diaz de Vivar, cómo cuenta el libro las Mocedades del Cid (S. XIV). No se sabe la fecha de su nacimiento, aunque diferentes historiadores la fijan entre la horquilla que va del año 1041 y 1057.
El gran filólogo Ramón Menéndez Pidal, en su obra la España del Cid, en la cual estudia a nuestro personaje, lo sitúa como un hidalgo hijo de Diego Laínez. Siendo todavía de corta edad se quedó huérfano, por lo cual compartió su formación con Sancho, hijo de Fernando I, rey de Castilla y León. Sancho le enseñó el manejo de las armas, así como a leer y escribir. Cuando tuvo la edad suficiente, pasó a formar parte de las huestes de Fernando I, por decisión del mismo rey. Cuando murió el rey, Sancho y su hermano Alfonso entraron en lucha. Rodrigo tomó partido por Sancho, su amigo de la infancia y peleó contra Alfonso, consiguiendo vencerlo en algunas batallas. No obstante, estos triunfos parciales al final el triunfo sonrió a Alfonso. Entonces este, conocedor la valía de Rodrigo como guerrero, resolvió perdonarlo e incorporarlo a su ejército.
Después de su casamiento con Jimena, el Cid salió de incursión sin la autorización del monarca por lo que fue desterrado, junto a sus vasallos, por el entonces rey, Alfonso VI. Entonces el Cid no tuvo más remedio que buscar a alguien que le pagase por sus servicios de armas, consiguiendo que el rey de Zaragoza, Al-Muqtadir, le aceptase para que luchase a su favor. En ello estaba cuando se reconcilió con el rey Alfonso y fue restituido a su antiguo puesto a las órdenes de Alfonso. Pero poco duró la avenencia entre ambos, pues fue nuevamente desterrado por desobedecer al rey cuando este le ordenó que acudiese a reunirse con él en Valencia, en el momento en que Berenguer Ramón II sitiaba la ciudad. El Cid hizo caso omiso a la orden de Alfonso VI y no acudió a Valencia.
Ante su segundo destierro, el Cid empezó su camino de armas contando solamente con sus hombres, y sin pacto alguno con nadie. Fijó su objetivo en la conquista de Valencia, que comenzó en 1093 y acabó con la toma de la ciudad un año más tarde.
El Cid Campeador estuvo en Valencia, sin salir de ella, hasta su muerte en el año 1099. Fue sepultado en la Catedral de Valencia, pero en 1102 la ciudad fue desocupada debido a un incendio. Entonces su cadáver fue enviado al Monasterio de San Pedro de Cardeña en Burgos. Durante la Guerra de la Independencia, los franceses lo sacaron de su tumba y lo colocaron en en un panteón en el centro de Burgos. Pero ahí no acabaron su periplo los restos del Cid, pues aún recorrieron, de nuevo el Monasterio de Cardeña, la Casa Consistorial de Burgos y finalmente la Catedral de Burgos donde reposan al lado de los de su esposa Jimena, desde 1921.
LAS ESPADAS DEL CID
Rodrigo Díaz de Vivar se formó como uno de los más importantes guerreros españoles de la historia, luchando en el campo de batalla con sus espadas Tizona y Colada, que usó en sus contiendas con árabes y castellanos. Su figura no ha estado nunca exenta de historias y leyendas. Uno de los libros de referencia pasa saber del Cid es el Cantar de Mío Cid, gran parte leyenda y poco de historia. Su historia está muy ligada a Valencia, donde murió
Tizona es una espada de 93 centímetros que, parece ser un regalo que recibió después de ganar una batalla. Lo que está claro, como resultado de los estudios realizados sobre la espada y el personaje, es que tanto la espada como el Cid coexistieron en la misma época. Otra cosa es si verdaderamente la Tizona fue usada por el Cid, cosa no demostrada, aunque algunos se atreven a decir que efectivamente, el Cid utilizó esta espada fabricada en Sevilla. En el Cantar se dice que la espada formó parte del botín que el Cid tomó al Rey Búcar de Marruecos en Valencia. La Tizona que podemos ver ahora, no es la original, pues su empuñadura fue sustituida por otra. Sin embargo, la historia de esta espada, está envuelta en muchos enigmas. Algunos dicen que estuvo en poder de los Reyes Católicos. Más tarde fue adquirida por el marqués de Falces, quién en 2008, la vendió a unos empresarios de Burgos, los cuales la cedieron a la Junta de Castilla y León. Actualmente se puede contemplar en el Museo de Burgos. La única base para afirmar que la Tizona fue la espada del Cid es el Cantar de Mío Cid, obra esencialmente literaria y muy escasamente histórica.
La espada Colada como ocurre con la Tizona, solamente hace referencia de ella El Cantar, si bien muchos opinan que es una fantasía del autor de la obra. La Colada no aparece en ninguno de los relatos de aquel periodo de la historia. No existe constancia alguna de una espada de este tipo en ninguna de las crónicas de la época, pero el propio cantar la recuerda como una de los dos aceros que utilizó Díaz de Vivar para expulsar a los musulmanes de tierras levantinas. Siempre según el Cantar la Colada, al igual que la Tizona, fue tomada como parte de un botín. En este caso le fue entregada por su propietario el conde de Barcelona, Berenguer Ramón II, el fratricida, como parte de su rescate, en Valencia. Más tarde y según el Cantar, fue donada, junto a Tizona a sus yernos, los infantes de Carrión, los cuales nunca existieron. Después de la afrenta de Corpes, la espada pasó de nuevo a manos del Cid, quién a su vez la regaló a uno de sus hombres; Martín Antolínez, el cual la utilizó en futuras campañas.
¿CUANTAS ESPADAS TENÍA EL CID?
El Cid habría poseído al menos tres espadas: De la primera no se conoce su nombre (el romancero se la asigna a Mudarra, hermano bastardo de Rodrigo) y Colada y Tizón, ganadas como botín de guerra al rey Búcar de Marruecos, y al conde de Barcelona, Berenguer Ramón II.
¿QUE SIGNIFICA TIZONA?
Según el diccionario de la RAE Tizona significa arma blanca.
¿CUANTO MEDÍA Y PESABA LA TIZONA?
La Tizona medía 93 centímetros de largo y 4,5 de ancho, y pesaba 4,5 kg.
¿CUANTO VALE LA ESPADA TIZONA?
En su última adquisición, en 2008, se valoró en 1,6 millones de euros que pagaron unos empresarios burgaleses para cederla a la Junta de Castilla y León.