LAS BODAS DE ISABEL DE SEGURA EN TERUEL

LAS BODAS DE ISABEL DE SEGURA EN TERUEL

Desde el año 1997 se celebra en la ciudad de Teruel una fiesta medieval, llamada LAS BODAS DE ISABEL DE SEGURA, fiesta que tiene su origen en la leyenda de LOS AMANTES DE TERUEL, leyenda muy conocida en toda España.

Un epítome de esta ficción es el siguiente: Dos jóvenes, Isabel de Segura y Diego de Marcilla, se aman desde niños. La familia de Isabel tiene mucho patrimonio, mas Diego es segundón y no recibirá herencia de sus ascendientes. El padre de Isabel no ve con buenos ojos esta relación, y quiere casar a su hija con alguien de mejor posición económica, social y política, además tiene prisa por matrimoniarla rápidamente, por lo que insta a su hija a que se decida por alguno de los ricos pretendientes que la rondan, uno de ellos, ni más ni menos que el hermano del tenente de Teruel y señor de Albarracín, D. Pedro de Azagra. Diego de Marcilla, que está convencido que el padre de Isabel no le permitirá casarse con Isabel si no tiene riqueza, marcha fuera de Teruel en busca de fortuna siendo el año 1212, no sin antes arrancarle a Isabel la promesa que le espere 5 años. Isabel accede y Diego parte a la guerra -se dice que estuvo en la batalla de las Navas de Tolosa- Isabel consigue de su padre, no de muy buena gana, que le respete la palabra dada, a Diego. Isabel aguanta como puede la ausencia de su amado y las presiones de su padre para que se despose con el D. Pedro, el cual, con mucha paciencia, no ha cesado en sus galanteos.

Pasan los años y nada se sabe de Diego, y se cumplen los 5 años sin tener noticias del muchacho. Isabel tiene que cumplir con el compromiso dado a su padre y ese día se celebra la boda entre una Isabel desolada y un Pedro de Azagra pleno de satisfacción y alegría. No obstante, a veces, la vida es cruel. Ese mismo día por la tarde-noche llega Diego a Teruel. Su hacienda ha aumentado considerablemente y viene henchido de alegría por ver a su amada y desposarla. Se para en una taberna de las afueras de la villa, y allí se entera, a través de las conversaciones de los parroquianos que Isabel, su Isabel, se ha casado ese mismo día. La noticia le causa tal impresión que se vuelve loco de dolor y corre como un poseso a la casa de su amada. Con la complicidad de una criada consigue entrar en los aposentos de Isabel. Su marido está ausente de esas habitaciones. Diego la intenta convencer para huir juntos, más Isabel es una dama de honor, y ahora se debe a su marido. Rendido por las continuas negativas de la muchacha, Diego inicia la salida, pero en el último momento le pide un beso, un solo beso, a Isabel. Ella, con el corazón roto, también se lo niega aduciendo fidelidad a su marido. Diego marcha y en la calle, enfrente de la casa de Isabel cae muerto.

Cuando se celebra el entierro, una figura de mujer, con la cara tapada con un velo negro, se acerca al cuerpo del desdichado muchacho. Su porte es tan imponente que nadie se atreve a detenerla. Una vez al lado del catafalco, la misteriosa mujer se deshace del velo, y ¡Oh! Asombro ¡Le da un beso al cadáver de Diego y cae muerta! 

“Era Isabel de Segura

Figura de la tristeza

Que a su amor transida busca

Y en las tinieblas encuentra”

(parte del poema escrito a los Amantes por Gregorio A. Gómez)

Y los enterraron juntos, de acuerdo con las familias y el marido de Isabel, y en nuestro tiempo se pueden ver sus momias, bajo unas esculturas de mármol realizadas por Juan de Ávalos, en el Mausoleo de los Amantes, construido en Teruel, al lado de la Iglesia y Torre de San Pedro.

LOS GRUPOS DE LA FIESTA MEDIEVAL DE TERUEL

Eso dice la leyenda, pero la ciencia no avala que esas momias pertenezcan a Diego e Isabel, pues se han sometido las mismas a la prueba del carbono 14 y dan una datación del siglo XV, cuando los hechos narrados corresponden a principios del Siglo XIII. Otros dicen que esta leyenda está copiada de otra italiana, la de Girolamo y Salvestra. Y en fin, muchos investigadores han estudiado el suceso y mantienen muy serias dudas de su autenticidad, hasta incluso de negar rotundamente su existencia.

 Pero esto es lo de menos, el pueblo de Teruel, la cree como propia y para nosotros, al fin y a la postre también turolenses, es bastante para afirmar su verosimilitud, hasta el punto que, desde 1997, se celebra en la capital turolense una recreación medieval de calle en el centro histórico de Teruel, en la que actores aficionados, dan vida a Diego e Isabel, y a un montón de personajes secundarios. Todo ello aderezado con un gran mercado medieval.

 Desde el principio la fiesta medieval en torno a los personajes de Diego e Isabel, fue acogida con inusitado entusiasmo por la población turolense, y al calor de ese fervor, surgieron los Grupos de las Bodas, formados por grupos de amigos que llenan toda la ciudad con sus haimas, sus vestidos y utensilios medievales, y que convierten a Teruel, en la tercera semana de febrero (concretamente de jueves a domingo, ambos inclusive)  en una verdadera ciudad medieval, que atrae a una gran cantidad de turistas, hasta el punto de desbordar a la hostelería de Teruel y pueblos de alrededor de 30 km. de la capital. La creación de los Grupos de las Bodas, unos 150, fue un gran acierto, y el distintivo principal respecto a otras fiestas medievales que se celebran a todo lo largo de la geografía hispana. Y es que la implicación de las gentes de Teruel en esta fiesta no tiene parangón, pues, amén de Los Grupos, la mayoría de la población no integrada en ellos, también se viste de medieval, y contribuyen a adornar la ciudad, que, por 4 días de febrero, se convierte en la capital española del medievo.