LOS CABALLEROS MEDIEVALES Y SUS ARMAS

Como se vestían los Caballeros en las Batallas

Los caballeros medievales portaban armas para agredir a sus enemigos. Y para protegerse de estos solían llevar una armadura, la cual se transformó mucho durante la edad media. En el año 1000 la armadura era una loriga o cota de malla, formada por varios miles de anillas de hierro de tamaño pequeño ligadas entre sí. Para defender la cabeza usaban un yelmo, que simplemente era un casco, generalmente de hierro o bronce, que en ocasiones llevaba insertada una pieza metálica, a fin de proteger la nariz (el nasal). La loriga era una cota de malla que llegaba hasta las rodillas del caballero. Esta se complementaba con una especia de capucha, llamada almófar.

Partes de la Armadura de un Caballero Medieval

Corriendo los tiempos la loriga fue sustituida por la coraza. De acero plateado y muy pesada protegía todo el volumen del cuerpo del caballero, como si fuera un armazón articulado. Era un elemento de protección mejor que la loriga. Estaba reforzada en hombros, rodillas y codos. A finales de la edad media el yelmo fue mejorado incorporándole una visera que se podía mover y tapar del todo la faz del caballero. En la coraza podemos distinguir entre otros a: el yelmo, el peto, el espaldar, el faldar, los guanteletes, la pernera, etc. Esta armadura pesaba entre 20 y 30 kilos y no era operación fácil ponérsela, necesitando la mayoría de las veces, a otra persona para realizar la operación. Debajo de las armaduras los caballeros llevaban un jubón acolchado, llamado gambesón.

Escudo de Caballero Medieval

Otro elemento de protección era el escudo. Los escudos generalmente se portaban en el brazo izquierdo. La mayoría eran de cuero con una estructura de madera. Primeramente, fueron redondos (rodelas), para irse alargando poco a poco hasta llegar a medir un metro y medio. Después fueron reduciendo su tamaño para convertirse en triangulares y de reducidas dimensiones.

Las Armas de un Caballero Medieval

Hasta ahora hemos hablado de elementos de defensa del caballero, pero estos, como es lógico disponían de artefactos que usaban para atacar al enemigo. La primera y principal era la espada, capaz de resistir los golpes más duros y con la punta muy punzante. Muchas de ellas tenían nombre para distinguir al caballero que la portaba. Otro elemento de defensa era la lanza, que era un largo astil de madera de 4 a 6 metros de longitud terminado en una punta de metal. También destacaremos: las dagas y puñales que son como las espadas, pero más pequeñas -la daga es un poco más larga que el puñal-. Se usaban preferentemente en los combates a pie. La alabarda una variedad de hacha con el mango largo. Estaba destinada a la infantería. El hacha, la maza, el mangual que es una especie de maza de la que cuelga una cadena. Al final de la cadena hay una esfera de metal llena de púas.