LAS ESPADAS MAS ICONICAS DE LA HISTORIA

Espadas de Leyenda

Desde siempre los seres humanos empezaron a utilizar la piedra como arma defensiva. De la piedra, a medida que pasó el tiempo, surgieron otros tipos de armamento que fueron la causa del auge y caída de imperios. Alrededor de la historia de las armas aparecen leyendas, algunas de las cuales se encuentran en el margen de lo legendario y la realidad. Hablaremos aquí de las 10 espadas más icónicas y legendarias de la historia.

La Espada Excalibur de la Leyenda del Rey Arturo y el Mago Merlín

Excalibur, probablemente la más famosa de todas las espadas. Estaba clavada en una roca y solamente podía sacarla de la misma por el legendario Rey Arturo. Parece ser que la espada podía dejar sin visión a sus enemigos. Su vaina recogía la sangre de su sueño cuando era herido en las batallas.

Gram. Espada mitología escandinava fue forjada por Völundr, El Herrero Mágico. Con ella Sigurd pudo vencer a un dragón. Este guerrero legendario obtuvo a Gram del árbol en donde Odín la había ocultado. La espada se rompió en la batalla, pero fue reconstruida de nuevo.

Az Isten kardja es el nombre por el que se llamaba a la espada de Atila

La espada de Atila se consideraba de origen divino, enviada por los dioses por su invencibilidad en las batallas. Se cree que se puede ver en el Museo de la Historia del Arte de Viena, pero, aunque así se anuncia, es imposible que sea la espada de Atila, porque fue fabricada 500 años después de la muerte de este feroz guerrero. Por lo tanto, no fue nunca portada por el caudillo de los hunos.

Joyeuse. Legendaria espada de Carlomagno, que este usó para en las batallas para reunir bajo su pendón la mayor parte de Europa occidental. También tiene su elemento sagrado, al pensarse que su empuñadura se fabricó utilizando trozos de la lanza sagrada. Datos similares se oían sobre Durandal la espada de Roldán, el sobrino de Carlomagno. De nuevo la leyenda cuenta que Roldán lanzó la espada contra un barranco marítimo y se quedó incrustada en él.

Una de las espadas más legendarias es la de Juana de Arco. Se cuenta que San Miguel envió a Juana a buscar la espada sagrada, y esta la encontró ende la Iglesia de Santa Catalina de Firbois. Utilizando esta espada combatió en la guerra de los 100 años, obteniendo grandes victorias. No obstante, a pesar de los grandes servicios que hizo a Francia, Juana murió quemada en la hoguera.

Como se llamaban las espadas del Cid Campeador

El burgalés Rodrigo Diaz de Vivar, conocido como El Cid Campeador, tuvo dos espadas, la Tizona y la Colada y con ellas luchó en la Reconquista Española. Existían dudas acerca de si la Tizona se podía atribuir al guerrero castellano. Después, investigaciones científicas detectaron en ella el mismo acero de Damasco, que se caracteriza por su resistencia y su filo cortante. Se pueden contemplar esta espada en el Museo de Burgos.

Claymore fue la espada William Wallace. Los ingleses sufrieron su poderío y fiereza en las guerras de independencia escocesa. A pesar de ello, Wallace fue apresado y ajusticiado. Cuando ocurrió este luctuoso suceso, Claymore se esfumó durante cientos de años. Una vez encontrada se puede ver en el monumento de Wallace.

Zulfikar, la espada del yerno de Mahoma Hazrat.  Se dice que el mismo profeta dio, en la batalla de Uhud, Zulfikar a Alí, convirtiéndose de esta manera es un lema del islam. Es una espada tremendamente veloz, que con su hoja curva desarrolla una fuerza extraordinaria.

Damocles, Era un cortesano del rey Dionisio II, que lisonjeaba permanentemente al monarca. Un día el Rey, agobiado de las falsas alabanzas, le invitó que fuera rey por un día, ocupando su lugar. Damocles admitió la invitación y entonces el Rey pendió encima del trono una gran espada, teniendo únicamente como enganche de esta un pelo de caballo la enganchó. Damocles rogó levantarse del trono, y la expresión, espada de Damocles, ha pasado a nuestros días cuando alguien se encuentra en situación límite.

Que simboliza el Martillo de Thor

Mjolnir, No es una espada, si no un martillo, pero objeto de leyenda como las demás espadas relacionadas anteriormente. Thor, su propietario era el Dios nórdico del Rayo. Fue fabricado por unos enanos para superar un reto que consistía hacer los objetos más hermosos. Dice la leyenda que el martillo era tan inmensamente poderoso que no había medio humano ni divino que pudiera destruirlo. Además, funcionaba como un boomerang y regresaba siempre a Thor cada vez que lo arrojaba.

ESPADA TIZONA ESPAÑOLA

Innovación totalmente española de la espada ropera, la Tizona Española, fue un arma muy preciada en su tiempo, de modo que llegó a ser el elemento último del que se desprendían los hidalgos cuando le sobrevenían dificultades económicas. Muchos de estos hidalgos sirvieron a España para convertirla en una gran potencia digna de un imperio, el Imperio Español.

Hubo un tiempo en la sociedad española, en el que tener una espada era una cosa muy usual además de necesaria, ya que eran muy frecuentes los duelos entre caballeros, en que defender el honor se convertía en una cuestión de vida o muerte, por no hablar de los numerosos robos en el que te jugabas la bolsa y la vida. Todo el mundo portaba una espada, aunque no tuviera nada para comer. Se puede afirmar sin temor a equivocarse, que la tizona española fue un distintivo de aquella época.

La tizona española, es una espada ropera de cazoleta, con características especiales a la ropera normal. Durante el siglo XV, con la multiplicación de las armaduras, los espadazos con las antiguas espadas dejaron de tener eficacia ante el casi blindaje del caballero que porta la armadura. Entonces aparecen otras espadas con hojas más estrechas ideadas para pinchar aprovechando los pocos huecos que tenían las armaduras.

Es, quizás, en la Italia de finales del siglo XV, donde se manifiesta por primera vez la espada ropera o espada de vestir. Es usada mayormente por los civiles que viven en las ciudades y no hay caballero que se precie que no lleve una ropera. Las primeras roperas eran espadas pesadas hechas tanto para cortar como para pinchar, pero el tipo se va refinando y a mediados del siglo XVI son ya espadas espigadas, y refinadas. Con la aparición de este tipo de espada cambia la esgrima imperante hasta entonces donde se imponía el golpazo y el tajo. Ahora el espadachín mejor no es el más fuerte sino el más hábil. El triunfo de este tipo de espada hará aparecer un nuevo tipo de esgrima en el que la habilidad impera sobre la fuerza del brazo. La espada se empuña con los dedos, con lo que hay que salvaguardar a estos. Para ello surgen las guardas de lazo. El lujo se une a estas espadas, hasta el punto que algunas guardas podían tener joyas incrustadas. 

En el norte de Europa e Inglaterra, las roperas eran más reducidas en su longitud y con hojas más amplias. Su uso era solamente militar. En cambio, en Italia y España, con escasas normas sobre el uso y posesión de espadas, estas eran muy esbeltas, alcanzando medidas de 120 cms. y los mejores esgrimistas con roperas eran españoles e italianos. A principios del siglo XVII podemos ver en España la ropera con guarnición de taza, con lo que la mano queda mucho mejor resguardaba. 

Estas roperas españolas alcanzan mucha fama y se extendieron muy rápidamente. Aparecen una gran actividad en la fabricación de estas roperas de taza o cazo. Nuevos diseños se aplican a la cazoleta, algunos muy costosos, agregando piedras o metales preciosos. También se convirtieron en su signo de distinción, disputándose los caballeros el honor de llevar la espada más bonita o costosa. Además, estas roperas evolucionaron como armas de filo y florecieron cazoletas con rebabas de acero que tenían por misión coger y romper la hoja del contrario.  En esta época los Tercios imponen su ley en Europa obtienen victoria tras victoria en Europa. La espada de cazoleta formaba parte integrante del conjunto de armas, tanto de oficiales como de soldados. Fue tal la fama alcanzada por estas espadas, tanto en España como en el extranjero, que nacieron un montón de herreros que se dedicaban a falsificar las roperas toledanas. 

Cuando se hunde el impero español, paralelamente pasa en Europa lo mismo con la espada tizona española, en favor del espadín francés, mucho más ligero y veloz. En España le da el golpe mortal la llegada de Francia del rey Felipe V de Borbón, que consigo trajo las modas francesas e impuso una legislación más restrictiva sobre el uso de las armas. Todo ello llevo a la desaparición de la espada tizona española de moda y del oficio anexo a su producción. No obstante, no desaparecieron del todo pues se han encontrado tizonas españolas fabricadas en el silo XIX. Incluso hay testimonios de que se utilizaron en la Guerra de la Independencia española.

¿COMO ES LA TIZONA ESPAÑOLA?

Se distingue la larga hoja de acero de doble filo, con parte colateral de diamante, no afilada. La empuñadura es complicada y refinada con guarda con aspecto de S y caparazones de defensa calados forradas con felpa roja, todo ello de material de acero dulce. El puño de madera está ceñido con filamento de acero entrelazado, muy normal por entonces. 

¿QUÉ ESPADA USABAN LOS ESPAÑOLES EN EL SIGLO XVIII?

Utilizaban la espada ropera, hoy en día la llamamos estoque. Esta espada sale a la luz en el Renacimiento, y en España señala un tipo de espada de hoja rectilínea y luenga, que se usa a una mano. El nombre primitivo español de la espada ropera es tizona, que no tiene que ver nada con la espada Tizona del Cid.

¿QUÉ ESPADA UTILIZABAN LOS TERCIOS ESPAÑOLES?

Aunque había diferentes tipos de espada en la época de los tercios, la más usada fue la conocida como espada tizona española, que es una espada ropera con particularidades propiamente españolas. Según la forma de guarda se dividen en roperas de taza, lazo o concha. Pesaban entre 1,5 y 2 Kg. y alrededor de 1 metro de longitud.