Espadas Vikingas

HISTORIA DE LAS ESPADAS VIKINGAS 

Ordinariamente las armas vikingas se han relacionado erróneamente como algo propio. Sin embargo, la mayoría de ellas son de épocas anteriores al tiempo (550-794 d.c.) de los vikingos. Es de resaltar que una gran cantidad de ellas fueron importaciones o copias de armas de otros países, principalmente del Imperio romano y del Imperio Franco. Era tal el atractivo que tenían los vikingos por las armas hechas en otros países, que se les llegó a prohibir su venta. Los vikingos apreciaban, y mucho, la espada mucho más que el resto de armas, además es la que más maestría necesitaba para ser usada. Los vikingos importaban las espadas por la calidad del metal con que estaban forjadas, mucho mejor que el que tenían en sus países. Por el hecho de la importación su precio era muy alto, y solo las compraban los ricos, constituyéndose en un elemento importante dentro de la herencia, permitiendo de esta manera que pasasen de la mano de una generación a la siguiente. De aquí que solo podían acceder a una espada los que disfrutaban de un buen patrimonio.

COMO ERAN LAS ESPADAS VIKINGAS

Sucesoras de la spatha romana estas espadas estaban forjadas con el método de soldadura de diseño. Las espadas se elaboraban con barras de acero retorcidas y se soldaban a martillazos a través de la forja, constituyendo la parte central de la hoja mediante forja a martillazos. Después añadían dos filos de carbono que se afilaban y pulían. Mas tarde se hacían dos hendiduras en ambos filos. Esto hacía la espada más ligera sin perder eficacia. El tamaño habitual de la espada era unos 90 cms. La empuñadura era de la madera o cuero y, se cubría con tela o cuero. Los vikingos importaban las hojas, pero las empuñaduras y el pomo era cosa de ellos, que podían ser de diferentes tipos y les añadían sus empuñaduras y pomos, tan característico, que podían ser de distintos tipos. La espada se portaba en una vaina de madera forrada de lana, para evitar el óxido, y a su vez se protegía con una funda de cuero. Una contera de metal defendía la punta de la espada El extremo terminaba con una contera de metal, que podía estar decorada, y cuya función era la de proteger la punta de la espada. Habitualmente e portaban colgadas del hombro derecho

Hacia finales del siglo VIII aparecieron 170 espadas excepcionales. Estas tenían una inscripción Ulfberht en la hoja. Y Por estas fechas surgió una nueva técnica de fabricación de espadas, que producían espadas más fuertes y más flexibles. Esta técnica se llama fundición en crisoles y necesitan unas forjas que alcanzasen unas temperaturas mucho más altas que las que se lograba con las anteriores forjas. La particularidad de la Ulfberht fue el empleo de acero de crisol que tenía una alta cantidad de carbono. Ulfberht era apelativo de una familia de herreros de Renania, aunque existen discrepancias y ahora se piensa que podría ser una gran abadía donde se fabricasen armas, cosa que era habitual en aquella época. Tuvieron tanto éxito que las excavaciones arqueológicas han encontrado estas espadas por toda Europa. Aunque la calidad de las mismas no se puede igualar con las espadas de Medio Oriente fabricadas con acero de Damasco, en relación con otras espadas medievales vikingas las espadas Ulfberht se encuentran entre las mejores. Debido a las películas y las series de TV se les ha considerado la espada vikinga por excelencia Como todo aquello que tiene tanta aceptación, surgieron imitaciones en toda Europa Occidental que pusieron inscripciones en las hojas, como Inglerii, Cerolt, Ulen, Pulfbrii, Centrlit. Sin embargo, los atributos de estas espadas de imitación eran mucho peor, y además las inscripciones están mal escritas. Las copias han sido generalmente desenterradas en tumbas, mientras que las verdaderas han sido mayoritariamente encontradas en lechos de ríos, probablemente a causa de pérdidas accidentales. Era muy poco probable que su propietario de desprendiera de ella por voluntad propia. Y es que las espadas eran, sin duda, el arma más estimada y ansiada de los vikingos. Evidencias actuales apoyan la creencia de que los vikingos eras expertos espadachines.

La palabra vikingo significa pirata y surge de sus continuas incursiones en otras tierras con el solo fin de robar, y siempre acompañado de sus espadas que se convirtieron en sus más fieles compañeros. Los vikingos jamás se separaban de ellas, incluso cuando dormían las tenían al alcance de sus manos. Incluso se enterraban con ellas. Algunos de sus dueños les ponían nombre: Serpiente de Sangre, Sanguijuela de Heridas, Fabricante de Viudas o Llama de Odín son algunos ejemplos. Eran muy conocidas por sus guarniciones, y tenían una cruceta pequeña y un pomo grande. En 1991 el profesor Alfred Geibig distinguió la tipología de las espadas, en base a las diferencias preciadas en la hoja de la espada. Más tarde Oakeshoot desarrolló otra clasificación de las espadas. Los vikingos eran unos grandes navegantes y además de las espadas usaban otro tipo de armas que eran el hacha y el escudo circular. Las Ulfberht no fueron las únicas espadas de los vikingos con inscripciones, existen otras con las siguientes inscripciones Leofric me fec”, “Hiltipreht”, “Hartofer”, “Ranvic” o “Tasvit”, entre otras. Y algunas grababan el nombre de su propietario. Como ejemplo es la espada “Ingelrii”.

PARTES DE UNA ESPADA VIKINGA

Finalmente hablaremos de las partes que componen la espada: Pomo, empuñadura, guarda, hoja, acanaladura y punta.

Empuñadura: Es la parte por la que se coge el arma, y fundamental para el manejo controlado de la hoja. Además, trabaja como contrapeso.

Guarda: Es un trozo de metal que se sitúa en la empuñadura justamente antes de que empiece la hoja. Se función es proteger la mano.

Hoja: Es la parte metálica que tiene filo. Puede tener un filo por cada lado. Las espadas de decoración no tienen filo.

Pomo. Es el extremo superior de la empuñadura de la espada.

Acanaladura. Es un adelgazamiento o hendidura en la parte central del lomo de la hoja. Contribuye a que la espada sea más ligera.

Punta. Extremo inferior de la hoja de la espada que suele estar afilado como una aguja para penetrar mejor en el cuerpo del enemigo.