Dagas Romanas

¿COMO ERA UNA DAGA O PUÑAL ROMANO?

La daga llamada en latín pugio era otra arma que usaban las legiones romanas. Su primitiva utilización se data en la era republicana, aunque cayó en el olvido entre el ejército romano, del que la rescató la Guardia Pretoriana, más que como arma como elemento de condición y ornato. Según los reglamentos el ancho mínimo de la hoja de una daga romana debía medir entre 3 y 6 cm. de ancho, y entre 18 y 36 cm. de largo. 

En palabras del mismo autor, el origen de este puñal romano se halla también entre las tropas hispanas. «Los reglamentarios contaban con un ancho mínimo en la hoja de entre 3 y 6 centímetros y entre 18 y 36 centímetros de largo. La zona de la nervadura central en la hoja era un poco más robusta que en el gladius, la parte posterior de la hoja debía ser ancha y llana lo que hacía más fácil el empuñe. 

En 2001 se encontró una valiosa daga romana de hierro, esmaltada y con incrustaciones de plata y vidrio rojo, podría haber pertenecido a algún legionario que luchó contra una tribu germánica en el siglo I.

¿COMO ES UNA LANZA ROMANA?

El pilum o lanza romana no se documenta, usada por los romanos, hasta el siglo III a. C. Pronto pasó a formar parte del armamento esencial del soldado romano. Fue un arma que sufrió múltiples transformaciones a lo largo del tiempo. Esta arma consistía en esencia de una pértiga de hierro que finalizaba en una punta en forma de pirámide, que se engarzaba en un mango de madera. Sus dimensiones eran dispares pues fluctuaban entre 1,5 m., y 2 m, así como su peso se movía en un intervalo de entre dos y cinco kilos. Su alcance era muy reducido, de unos 30 metros, por lo que se supone que en combate los soldados se ponían en 2 filas, cada uno de ellos con un pilum. Primero los lanzaban los de la primera fila, y después los de la segunda fila.

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