Ballesta Medieval S- Xv (42 X 65 Cm)

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Las ballestas medievales eran armas que se usaban para lanzar flechas a gran distancia y precisión. Las ballestas se componían de una cuerda, generalmente de pelo de animal o plantas, y una base arqueada de madera o metal, llamada arco o verga. Las ballestas podían ser de diferentes tipos, según su forma, tamaño, potencia y mecanismo de tensado.

Algunos de los tipos más conocidos son:

Ballesta de estribo: Era una ballesta simple, con un arco de madera y una cuerda que se tensaba apoyando el estribo en el suelo y tirando con las manos o con un gancho. Era el tipo más usado en Europa en los siglos X y XI.

Ballesta de palanca: Era una ballesta que tenía una palanca en la parte trasera que se usaba para tensar la cuerda. Era más rápida y fácil de cargar que la ballesta de estribo, pero menos potente. Era el tipo más usado en Oriente Medio y Asia.

Ballesta de cremallera: Era una ballesta que tenía una rueda dentada y una cadena que se usaban para tensar la cuerda. Era más potente y precisa que la ballesta de palanca, pero más lenta y pesada. Era el tipo más usado en Europa en los siglos XII y XIII.

Ballesta de molinete: Era una ballesta que tenía un tornillo sin fin y una manivela que se usaban para tensar la cuerda. Era la más potente y precisa de todas las ballestas, pero también la más lenta y compleja. Era el tipo más usado en Europa en los siglos XIV y XV.

Las ballestas medievales se usaban tanto para la caza como para la guerra. Los ballesteros solían llevar un carcaj con flechas en la espalda o en el cinturón. Las flechas tenían la base de madera y la punta de piedra, hueso o metal. Algunas flechas tenían estabilizadores de plumas en la parte trasera para mejorar su vuelo. Las flechas podían tener diferentes formas y tamaños según el tipo de ballesta y el objetivo.

Las ballestas medievales fueron armas muy efectivas e influyentes en la historia. Algunas batallas famosas donde las ballestas jugaron un papel decisivo fueron:

La batalla de Hastings (1066): Los normandos de Guillermo el Conquistador derrotaron a los anglosajones de Haroldo II gracias al uso masivo de ballestas de estribo.

La batalla de Agincourt (1415): Los ingleses de Enrique V vencieron a los franceses de Carlos VI con una inferioridad numérica gracias al uso de ballestas de molinete que diezmaron a la caballería francesa.

La batalla de Ain Jalut (1260): Los mamelucos egipcios detuvieron el avance mongol en Oriente Medio gracias al uso de ballestas de palanca que superaron a las ballestas mongoles.