Arco Medieval Mediano De 130 Cm

Arco con fechas decorativo y para acompañar con tu traje medieval o de arquero, para fiestas y recreaciones medievales. Estos arcos no son funcionales. 

Los arcos medievales de madera eran armas que se usaban para lanzar flechas a gran distancia y precisión. Los arcos se componían de una cuerda, generalmente de pelo de animal o plantas, y una base arqueada de madera, a menudo de fresno1. Los arcos podían ser de diferentes tipos, según su forma, tamaño y potencia. Algunos de los más conocidos son:

Arco largo o longbow: Era un arco simple, de una sola pieza de madera, que medía entre 1,5 y 2 metros de longitud. Era el arco más usado por los ingleses en las guerras medievales, especialmente en la Guerra de los Cien Años contra Francia. Tenía un alcance de unos 200 metros y podía atravesar las armaduras de los caballeros.

Arco compuesto: Era un arco formado por varias capas de madera, asta y tendones, unidas con pegamento y tiras de cuero o corteza. Era el arco más usado por los mongoles, los turcos y los árabes. Tenía una mayor potencia que el arco largo y podía disparar flechas a unos 300 metros de distancia.

Arco recurvo: Era un arco que tenía las puntas curvadas hacia afuera, lo que le daba más tensión y velocidad a la flecha. Era el arco más usado por los hunos, los persas y los romanos. Tenía un alcance similar al del arco compuesto, pero era más fácil de manejar y transportar.

Los arcos medievales de madera se usaban tanto para la caza como para la guerra. Los arqueros solían llevar un carcaj con flechas en la espalda o en el cinturón. Las flechas tenían la base de madera y la punta de piedra, hueso o metal. Algunas flechas tenían estabilizadores de plumas en la parte trasera para mejorar su vuelo. Las flechas podían tener diferentes formas y tamaños según el tipo de arco y el objetivo.

Los arcos medievales de madera fueron armas muy efectivas e influyentes en la historia. Algunas batallas famosas donde los arcos jugaron un papel decisivo fueron:

La batalla de Hastings (1066): Los normandos de Guillermo el Conquistador derrotaron a los anglosajones de Haroldo II gracias al uso masivo de arcos largos.

La batalla de Agincourt (1415): Los ingleses de Enrique V vencieron a los franceses de Carlos VI con una inferioridad numérica gracias al uso de arcos largos que diezmaron a la caballería francesa.

La batalla de Ain Jalut (1260): Los mamelucos egipcios detuvieron el avance mongol en Oriente Medio gracias al uso de arcos compuestos que superaron a los arcos mongoles.